lliria, 14/05/21
Amazonas Mujer Guerrero /Fuente: Pixabay
La semana pasada, al hablar sobre el mito de Atalanta, ya mencionamos algo sobre las Amazonas y su relación con las tribus de la antigua Escitia. Hoy vamos a tratar este tema.
El arte griego fue un reflejo del impacto que supuso la aparición de unas mujeres tan belicosas como sus pares varones. Desde los vasos áticos del siglo VII a.C. hasta las Amazonomaquias (o combates de Amazonas) de los frisos del Partenón, esculpidos por Fidias dos siglos más tarde, mujeres como Hipólita, Pentesilea o Antíope guerreando contra héroes tan emblemáticos como Jasón, Teseo o Heracles será tema recurrente. El mundo clásico, especialmente el heleno, presenta a las Amazonas como tribus de mujeres belicosas y bárbaras (en el amplio sentido de la palabra, pues para los helenos eran extranjeras y todo lo opuesto a lo que para ellos debía ser una mujer: supeditada al varón, recluida en casa y entregada a las labores domésticas).
Las versiones más crudas de estos relatos hablan de ellas como asesinas de hombres. Además seleccionaban a sus hijos según el sexo: las niñas se quedaban con ellas para su entrenamiento en la caza y en la guerra, y los niños eran relegados a tareas serviles, mutilados o devueltos a sus padres varones. Todo bajo el mando de una reina. Guerreaban contra los varones de las tribus vecinas, y ellas mismas se cauterizaban un pecho para manejar mejor el arco y la jabalina. Esto es parte de lo que nos dice el mito, según la visión griega. Pero, ¿qué hay de cierto? ¿Existe algo más?
A partir del siglo VII a.C. grupos de colonos y comerciantes de la Hélade comienzan a expandirse hacia el este de Europa, a través de vastos territorios esteparios al norte del Mar Negro, el Ponto Euxino griego. Llamaron a esta zona Escitia, y escitas a sus moradores. Aunque en realidad es una denominación un tanto difusa, pues abarcaba todo un conglomerado de pueblos de origen iranio que se desplazaba por un área mucho más extensa, en la que hoy se ubican Ucrania, el sur de Rusia y Asia Central. Autores de tradición grecorromana, como el historiador griego Heródoto (del siglo V a.C.) viajaron por estas regiones y conocieron de primera mano a la población nativa y sus costumbres. No sólo las fuentes clásicas retrataron a los pueblos escitas.
Existe una tradición oral de leyendas caucásicas posteriormente recogidas, las Sagas Nart, que narran las hazañas de la legendaria Amezán, líder de una hueste de mujeres guerreras. Quizá fuera ella quien diera el nombre a estas luchadoras. A grandes rasgos, su modo de vida concuerda con el retrato que sobre las Amazonas hicieron Homero en La Ilíada (como partícipes en la Guerra de Troya), Heródoto en su Libro IV de Historia, Estrabón con su Geografía o Diodoro Sículo, por mencionar a algunos autores.
Estatua Heródoto /Imagen: Pixabay
¿Y qué modo de vida llevaban a cabo los pueblos escitas? Eran ante todo nómadas, tribus confederadas. Vivían del pastoreo de manadas de caballos, y a lomos de éstos, recorrían grandes distancias. En ocasiones, realizaban intercambios de algún tipo con poblaciones agrícolas más asentadas, pues no todos ellos migraban. Dentro del estilo de vida nómada, la cooperación entre todos los miembros era fundamental, incluyendo la defensa frente a grupos rivales. Los pueblos escitas tenían una organización social más paritaria que la de otras culturas, como por ejemplo, la griega, que ya hemos visto. Quizá a la mentalidad helena le impresionó ver a grupos de mujeres armadas, entrenadas para la guerra y sometidas a un entrenamiento continuado junto a los varones. Esto puedo alimentar el mito de la amazona enemiga de los hombres, pero en realidad se trataba de sociedades bastante igualitarias, donde todos aportaban.
Más allá de la ruda vida castrense, los escitas demostraron ser también pueblos bastante refinados, al menos en cuanto al arte se refiere. Podemos decir que el estrato social más importante entre ellos era el guerrero. Así, hace más de 2500 años reyes y combatientes se hacían enterrar en túmulos denominados kurganes, extendidos a lo largo y ancho de toda la estepa euroasiática. En su interior, los arqueólogos han hecho descubrimientos sorprendentes: esqueletos que en un principio se creyó que pertenecieron a hombres – modernos análisis de ADN han revelado que al menos un cuarto de ellos son femeninos – enterrados en compañía de sus caballos y sus armas: espadas, puntas de flecha, carcajes, hachas, etc. junto con suntuosos ajuares funerarios a base de joyas, piedras preciosas, y armaduras de placas de oro. Algunos de estos tesoros muestran una clara procedencia de zonas occidentales, como Grecia, o bien de un extremo oriental, como la India o China. Así podemos deducir el alcance que tuvo la cultura escita en sus relaciones comerciales.
Algunos cuerpos se han conservado mejor debido al permafrost o bien a alguna técnica de momificación, y así se ha podido constatar que solían tatuarse refinados dibujos de animales como ciervos de elaborada cornamenta. Muchas joyas también presentan esta representación animal. De su cultura material extraemos la denominada “triada escita”: armas, caballos y motivos artísticos. Tres aspectos sobre los que giró la vida nómada o seminómada de estos pueblos.
Crimea / Imagen: Pixabay
Volviendo al interior de los kurganes, un descubrimiento impactante, pero que demuestra la paridad de estas sociedades, fue la clase de heridas que presentaban los esqueletos femeninos allí depositados: heridas de batalla. Impactos en el cráneo hechos por hachas de guerra, puntas de flecha alojadas en los huesos de las rodillas o de las costillas y hendiduras y profundas escisiones provocadas por espadas. Algunas guerreras también presentaban fracturas óseas producto de caídas del caballo o del combate cuerpo a cuerpo. Y todas ellas bastante jóvenes, con edades que oscilaban entre los doce o trece años la más benjamina, y unos cuarenta y cinco las más mayores. Semejantes pruebas nos devuelven al concepto de las Amazonas, esta vez como una evidencia que sustentó el mito.
Bibliografía:
- Amazonas, guerreras del mundo antiguo (Adrienne Mayor). Ed. Desperta Ferro, 2017
- Mitología griega: ¿cuál es el mito de las Amazonas? (Marcelo Ferrando Castro) https://redhistoria.com/mitologia-griega-el-mito-de-las-amazonas/
- Historia de las Amazonas, las temibles guerreras (María Santiago) Historia de las Amazonas, las temibles guerreras
- Mitos y leyendas: las guerreras Amazonas - Revista Muy Interesante, 9 de enero de 2019 Mitos y leyendas: las guerreras Amazonas - Muy Interesante
- ¿Existieron las Amazonas que nos reveló la mitología griega? - Periódico La Vanguardia, 11 de enero de 2020 ¿Existieron las amazonas que nos reveló la mitología griega?
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