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Complejos y redes sociales

Paula María, 04/12/2020


La necesidad actual de ver y ser vistos, de compartir y que te compartan. Hablaremos de Instagram: una red social que, con el tiempo, se ha convertido en un medio para ver, curiosear, cotillear y vigilar a quien queramos. Nos pasamos horas cara la pantalla viendo lo que hacen los demás y, sobre todo, opinando sobre ello. Incluso hay gente que vive de mostrar su vida y de la curiosidad de la gente. Realmente, ¿esto es sano?


En primer lugar, esto nos lleva a hablar del Espejismo de la mayoría, descrito por Kristina Lerman, Xioran Yan y Xin-Zeng Wu en su artículo “Majority Illusion in Social Networks”. Este es un fenómeno que se produce en una red, en este caso lo aplicamos a las redes sociales, que consiste en que una opinión minoritaria acaba siendo percibida como la mayoritaria. ¿Cómo puede ser eso? Pues, aunque la mayoría de las personas piensen “x”, si una persona, aunque sea una, con mucha influencia dice “y”, la red generaliza que la opinión mayoritaria es “y”. Así, se evidencia la responsabilidad de los “influencers” a la hora de publicar cualquier cosa, ya que muchos de sus seguidores y seguidoras basan su opinión según la de ellos. Además, la necesidad de contrastar la información que recibimos a través de redes, pues solo vemos lo que el algoritmo marca que debemos ver.


En realidad, ¿Qué se valora en estas redes? La belleza y la economía, generalmente. Adoramos las nuevas zapatillas caras que se compra nosequién y lo perfecto que es el cuerpo de nosequién, La ropa, la vida que tiene, las fiestas, el coche y la mansión. La gente admira las formas de vida de los famosos y se crea cierta envidia, que llega a convertirse en imitación. Aquí es donde quiero llegar: estas formas de vida, posteadas en redes sociales, son los ideales vitales de los más jóvenes y en verdad todo es ficción. Esto solo crea modelos vacíos, de gente irreal. Hemos de pensar que son personajes, muestran una parte de su vida, exactamente la imagen comercial que quieren vender. Y muchos lo tenemos claro, pero otras personas no tanto.


El hecho de no poder llegar a este ideal de vida puede conllevar a problemas serios de salud como ansiedad, depresión o trastornos alimentarios, entre otros. También otros problemas como la cosificación: niñas de 13 años vestidas de mujer de 25. Tacones, camisas, faldas de tubo, maquillaje, etc. Esto no es vestir como una quiera, sino que esta niña está queriendo crecer demasiado rápido por los ideales de belleza que tiene encima.


También la autoestima juega dentro de todo esto: seguidores, likes, comentarios… todo esto sube nuestra moral. De hecho, la mayor parte del tiempo, publicamos para eso: con el objetivo de obtener una respuesta de la gente (positiva, por cierto). Los complejos, por tanto, se acentúan con la comparación que se crea en este tipo de redes, sobre todo con este uso masivo. Sin querer te comparas continuamente con esa persona que tanto admiras e intentas imitarla. La frustración viene cuando te das cuenta de que no puedes llegar a ello, porque es totalmente ficticio.


Preguntamos, de hecho, a nuestros seguidores y seguidoras de Instagram acerca de este tema y sacamos diferentes conclusiones: la mayor parte de las personas que contestaron, se consideran adictas a las redes sociales. Además, prácticamente todos están de acuerdo en que las redes sociales afectan a la autoestima. También hay una mayoría que se ha sentido incómoda alguna vez al recibir ciertos comentarios en redes y hay un número elevado de personas, aunque es la minoría, que se han sentido presionadas a compartir algo.


En general, la red social más utilizada es Instagram y también es esta la considerada más “tóxica”. Aquí os dejamos un artículo de un estudio respecto a esto: https://elpais.com/tecnologia/2017/05/19/actualidad/1495189858_566160.html. Este concluye que esta es la red social que más influye en la psicología de los jóvenes.


Además, es importante tener en cuenta varios conceptos que han salido en algunas de las respuestas de nuestros seguidores y seguidoras. “Presión de grupo”, “estar al día”, “entretenimiento”. Estas son las tres contestaciones por excelencia que hemos obtenido a la pregunta: ¿por qué tienes redes sociales? Esto nos da que pensar. Y en este artículo se explica bastante bien: https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/riesgos-redes-sociales-salud-mental-adolescentes. Ansiedad y depresión, falta de sueño, preocupación por la imagen corporal, miedo a no estar actualizado y el acoso cibernético, son algunos de los problemas a los que puede conllevar el mal uso que hacemos de las redes sociales.


Para hacer todo esto más visual, recomendamos varias cosas. En primer lugar, el documental de Netflix “El dilema de las redes”, que te explica el funcionamiento de estas y el control que ejercen sobre la población.


Seguidamente, este experimento social: https://www.youtube.com/watch?v=2IKlpD37CPI, donde se pregunta lo siguiente: “Si pudieras cambiar una sola parte de tu cuerpo, ¿Qué cambiarías? Los adultos respondieron cosas como la frente, la altura, la cara, orejas, estrías, piel, pies, etc. Es decir, aspectos físicos. En cambio, los niños y niñas respondieron cosas como “tener cola de sirena”, “alas para volar” o “no quiero cambiar nada”: reflexionemos.


En tercer lugar, un experimento de Orange, donde se habla sobre la “valentía” en redes sociales. Pues, es todo más fácil vía Internet. Si nos gusta alguien, es mucho más fácil responderle a una historia de Instagram que acercarse a hablar con él/ella, ¿no? https://www.youtube.com/watch?v=6K0wtyDl2u4


Por último, recalcar la canción “Para que el mundo lo vea” de Arnau Griso, que nos hace reflexionar con su letra: “Puesta de sol, échale otra foto, no sea que la veas con tus propios ojos”, “solo comes platos posteables, ahora mi cena me hace sentir miserable”, “me gustaría ser lo que aparento, dejar atrás la esclavitud de lo perfecto”, “si no te sientes guay es porque tu autoestima se mide en likes”, "la vida en 4k cuando subes la mirada", etc. https://www.youtube.com/watch?v=s0VcRAfXzLY


Es importante tener en cuenta todos estos riesgos, pues, son reales. Todos, queramos o no, estamos bajo presión social, que se acentúa aún más con las redes sociales. De hecho, al crearnos una cuenta estamos creando una identidad y ¿pensáis que sois la misma persona en redes que en la realidad? Yo pienso que tenemos mil personalidades, como las mil interpretaciones que tiene todo lo que subimos a Internet.


¿Disfrutamos de la vida a través de una pantalla o nos la estamos complicando? Tal vez, simplemente, nos la estemos perdiendo.


Bibliografía:


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1 Comment


mar.ga.hl.72
Dec 06, 2020

Impactante y necesario. Quién, después de leer este artículo, no reflexione sobre este tema, es que teme enfrentarse a sí mismo.

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