Laura Ferri 26/11/2020
En primer lugar me gustaría aclarar que no sé jugar al ajedrez pero con esta miniserie creada por Scott Frank y Allan Scott dan ganas de aprender; y así está pasando. Y es que desde que la serie se estrenó en Netflix a finales de octubre, no han sido pocas las personas que han optado por apuntarse a un club de ajedrez y aprender las técnicas que Beth, interpretada por Anya Taylor-Joy, emplea en cada una de sus jugadas y torneos.
Esta miniserie formada por 7 episodios de una duración media de 50 minutos, está guionizada por uno de los creadores, Scott Frank, quien es a su vez el escritor de la novela en la que está basada la serie, “The Queen’s Gambit”.
Cabe destacar que el guión es uno de los platos fuertes de esta serie como lo es, al mismo tiempo, la música, la fotografía y la joven actriz argentino-escocesa y estadounidense, Anya Taylor-Joy. Una suma de todos estos factores ha hecho que la nueva apuesta producida y distribuida por Netflix sin apenas publicidad, fuera un éxito entre los distintos usuarios de la plataforma de streaming a las pocas horas de haberse lanzado.
Hablemos de cómo Anya Taylor-Joy ha hecho que cada una de las personas que han visto la miniserie, o bien se hayan quedado anonadados con Beth Harmond, la protagonista de la historia, o bien cómo de magnificados han quedado ante cada partida y cada torneo de ajedrez que se disputaba en todos los capítulos. Y es que la actriz ha conseguido captar al espectador con sus miradas y gestos. Con tan solo eso, Taylor-Joy ha conseguido la atención de cada uno de nosotros desde el primer momento en el que sale en pantalla.
También debemos remarcar las actuaciones del resto del reparto ya que son sublimes como puede ser la de Annabeth Kelly quien interpreta a Beth a la edad de 5 años y a Isla Johnston quien interpreta a Beth durante el resto de su infancia.
En cuanto a la trama, “The Queen’s Gambit” o, como se le conoce en España “Gambito de Dama”, trata sobre una niña huérfana llamada Beth Harmond, que aprende a jugar al ajedrez gracias al señor Shaibel, el conserje del orfanato (Bill Camp). Más tarde es adoptada por una pareja de Kentucky con la que pudo evolucionar como jugadora de ajedrez, apuntándose a torneos a nivel local. Años más tarde acabaría jugando en estos pero a nivel estatal, nacional, internacional, hasta llegar al campeonato mundial.
Beth (Isla Johnston) jugando al ajedrez con el sr. Shaibel (Bill Camp)
Creo que también “The Queen’s Gambit” es una serie que, al estar situada en los años 50, 60, el hecho de que una niña, a la que en cada capítulo se ve su crecimiento tanto físico como mental, se convierta en una jugadora profesional de ajedrez que compite contra hombres puesto que en esas décadas no había tantas mujeres jugando al ajedrez y menos compitiendo contra estos hace que, esta serie se convierta en una forma muy inteligente de reivindicar la lucha que han hecho las mujeres a lo largo de la historia para poder llegar a la igualdad.
La serie no ha sido nominada a ningún premio pero estoy segura que no tardaremos en ver ““The Queen’s Gambit” nominada a mejor dirección”, “The Queen’s Gambit” nominada a mejor interpretación”, “The Queen’s Gambit” nominada a mejor guión”, “The Queen’s Gambit” nominada a mejor vestuario”, “The Queen’s Gambit” nominada a mejor edición” y un largo etcétera de nominaciones.
Beth (Anya Taylor-Joy) en el torneo final
Sin duda, el éxito de la serie se debe por una parte por ser una producción de Netflix, por otra parte por tratarse de una serie corta con un gran atractivo por lo que respecta al trailer y en parte por tratarse de la actriz Anya Taylor-Joy quien ha hecho películas como “Múltiple” en la que cada una de los filmes en los que ha actuado, nos ha dejado maravillados con su extraordinario papel y su extraordinaria capacidad para captar nuestra atención y estar expectantes ante lo que pueda ocurrir. Eso no lo consiguen hacer muchos actores.
Remarcar también la gran labor realizada por parte de los diseñadores, compositor de la banda sonora, Carlos Rafael Rivera, que hace que cada torneo se viva con una intensidad distinta. También resaltar el gran dominio de los editores, directores, postproductores en cuanto a lenguaje visual se trata y conseguir llevar el ajedrez a un nuevo nivel.
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