top of page
Buscar
Foto del escritorVuestras Voces
4 abr 2021

El Ciclo del Héroe o por qué nos gustan tanto las historias

lliria, 02/04/21

Hacia mediados del siglo XX el mitólogo y escritor estadounidense Joseph Campbell (1904 – 1987) comenzó a divulgar sus ideas sobre mitología comparada. A través de sus estudios advirtió que los mitos, fábulas e historias de todo el mundo y de cualquier época repiten un mismo patrón. Es más, incluso las historias que se van escribiendo en la actualidad siguen en mayor o menor medida este esquema, que él acuñó como

Monomito, Mito único, Ciclo o Viaje del Héroe.


¿En qué consiste este viaje? En la ficción suele ser un recorrido real, un periplo, una epopeya. Pero se trata de algo más: es un aprendizaje, una evolución interna que cambia los valores del héroe. Y nosotros como espectadores, a través de la lectura o al otro lado de la pantalla, asistimos a esta transformación. Campbell establece tres etapas principales: separación o salida, momento en que el héroe abandona su entorno cotidiano para comenzar la aventura; iniciación, que abarca todas los sucesos que vive; y regreso al mismo punto de partida. Dentro de cada etapa hay numerosos puntos secundarios (que indicaremos más abajo en cursiva). No todas las historias reflejan cada punto paso por paso. Unas sólo emplearán unas pocas tramas secundarias, otras se verán más enriquecidas, pero el proceso es invariablemente el mismo.

King Artus Metal. Fuente: Pixabay


Dentro de la separación se produce una llamada a la aventura. O más bien esta llamada es la señal para que el héroe se ponga en marcha. Ha sucedido algo que le obliga a abandonar lo cotidiano. Muchas veces hay una oposición a esa llamada, bien por miedo, por comodidad, etc. El héroe desea seguir con su vida, pero si hace caso omiso, dicha llamada se vuelve cada vez más persistente.


Llegados a este punto, y ya con el héroe decidido (o resignado) a iniciar la aventura, aparece un guía o un asistente, que le dará algún tipo de talismán o instrumento mágico que le ayude en su empresa. Y cuando ya lo tiene todo dispuesto, nuestro héroe traspasa el primer umbral, deja definitivamente su mundo y se adentra en los peligros de lo desconocido. A continuación Campbell introduce un punto interesante: el héroe está dispuesto a someterse a un cambio interno, una auténtica metamorfosis que ha denominado el vientre de la ballena o entrada al Reino de la Noche: algo ha muerto en lo más profundo del héroe para que una nueva conciencia nazca en él.

Beyond Death Life After. Fuente: Pixabay


Comienza así la etapa de iniciación que mencionábamos antes. Dentro de ella, las numerosas hazañas ponen a prueba las capacidades del héroe. También conocerá el poder del amor verdadero a través del encuentro con la diosa (aunque no olvidemos que también hay heroínas). Como vemos, el periplo no es fácil: el camino está lleno de peligros y de tentaciones que de manera continua incitarán al protagonista a abandonar su empresa. Momentos de debilidad interna que vienen a sumarse a los peligros externos.


El héroe sigue adelante y llega al punto culmen de su periplo: su Consagración. Se enfrenta a la figura que ostenta el mayor poder sobre él. En muchas ocasiones es la figura paterna, aunque también puede ser una deidad o cualquier ente todopoderoso. Sin embargo, la gran transformación de nuestro protagonista llega con su Apoteosis, con su elevación espiritual, de plenitud, de conocimiento absoluto. Aquí sin duda es una persona muy distinta de la que dejó su entorno conocido antes de embarcarse en la aventura.


El siguiente paso se da cuando recibe el don final. Ya ha logrado el objetivo que perseguía. Todo lo vivido hasta ahora ha sido como un arduo entrenamiento. En los mitos y en la literatura se suele recibir un objeto físico, pero el simbolismo va más allá. Se trata de un don, un conocimiento.


Cumplida la misión, llega el momento del regreso. A menudo cuando se consigue tal plenitud en una nueva vida, puede darse una resistencia a volver. No queremos saber nada de nuestro anterior mundo, pero sin embargo no debemos detenernos ahí. Todavía queda la fase que quizá dé más sentido al Ciclo del Héroe. Veremos la razón. Nuestro protagonista ya tiene su recompensa, pero algunos dioses o fuerzas oponentes no están conformes e inician una furiosa persecución. Entonces hay que escapar y emprender lo que Campbell denominó el vuelo mágico. Si además nuestro héroe se encuentra herido o en un momento de debilidad física o anímica (recordemos que no estaba muy dispuesto a regresar), es posible que necesite un rescate del exterior, alguien que le ayude o que le anime. Así llegamos al Umbral del Retorno. Al igual que en su momento cruzó un primer umbral hacia el exterior, aquí se adentra de nuevo en el mundo que ya conocía. Como ya dijimos, el héroe no debía quedarse estancado en el logro de su objetivo, en conseguir su don. Tiene que volver y compartirlo con su comunidad. Este es el sentido de todo el viaje.

Way Sign Travel. Fuente: Pixabay


¿Y qué sucede ahora? El héroe ha sufrido una transformación tan profunda, que ahora se encuentra preparado para su vida externa (la antigua) y la interna (todo lo vivido). Ha equilibrado lo material y lo espiritual. Se ha convertido en el Maestro de los Dos Mundos. Y ya por fin llega a su última etapa, la libertad para vivir, sin miedo, en una fase mucho más plena y madura, con un espíritu totalmente renacido.


¿Y por qué nos atrae tanto? ¿Cuál es la razón de caer una y otra vez en el mismo esquema? Tanto como lectores-espectadores como cuando escribimos, repetimos el mismo patrón porque nos identificamos con lo que sucede a esos personajes. Proyectamos. El Viaje del Héroe es el reflejo simbólico de nuestras vidas. Nacemos, crecemos, evolucionamos y por el camino encontramos adversidades que, sin quererlo nosotros, nos obligan a luchar. Y esa lucha es buena porque nos transforma, nos hace más fuertes, y además podemos mejorar nuestro entorno compartiendo lo que hemos vivido, inspirando a los demás. Es la posibilidad de hacer nuestro mundo mejor.


A pesar de todo, las teorías de Campbell encontraron ciertas críticas. Algunos autores vieron un patrón muy simplista, vago, difuso, que además tendía a unificar toda la diversidad mítica del mundo, reduciéndola. Otros vieron que era un esquema demasiado masculino que daba poco protagonismo a la figura femenina (aunque seguro que las heroínas también pasan por este proceso, pues parece ser algo intrínseco al espíritu humano). Tampoco faltan notables obras literarias, como la saga de Frank Herbert, Dune, que tratan de salir del esquema de Campbell. En cualquier caso, no deja de ser un planteamiento que genera gran interés.


Bibliografía:

22 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments

bottom of page