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La música que me salvó

Eva Martín, 12/06/21

Estoy segura de que tú, querido lector, o querida lectora, tienes esa canción que, a pesar de no escucharla a día de hoy, ha marcado un momento importante en tu vida. Sin lugar a duda, este artículo va a ser más íntimo, porque he decidido que te quiero mostrar un pequeño fragmento de mí, ya que la música ha sido, es y será muy importante en mi vida. Es por eso que voy a compartir contigo aquellas canciones que un día me salvaron.


En primer lugar me gustaría aclarar que cada uno interpreta la música de una manera, es decir, un artista expone un mensaje en una canción, pero cada uno conecta con ella de forma diferente en base a unos factores personales. Además, hay mil formas de conectar con la música, puede ser, por ejemplo, a través de los recuerdos, ya que una canción puede evocar todo aquello que alguna vez viviste. Y uno de los sentimientos que más se repite es el amor, ya que el amor te puede hacer sentir dolorido, alegre, inmerso, perdido, ciego, desesperado, culpable, vivo, afortunado, y mil y una formas más que me harían extenderme demasiado. De este modo, quería compartir contigo aquellas canciones de amor que para mí representan alguno de estos sentimientos.


Ataraxia — ἀταραξία en griego — «Estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad en relación con el alma, la razón y los sentimientos». La Casa Azul consigue transmitir el deseo que te provoca estar por primera vez con una persona que entra de lleno en tu organismo, te inyecta ataraxia y hace que no sientas nada más. Esa persona consigue que puedas llegar a la tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad que comentaba: «Haces que pueda dormir, que pueda imaginar. Haces que pueda inhibir mi flujo neuronal. Tú haces que el tiempo se detenga y se quede todo en blanco y ya no piense en nada más».



Next To Me, «una canción con la que muchos pueden identificarse» como bien dijo Dan Reynolds, vocalista de Imagine Dragons. Y así es, esta canción es una fuente de escape a esa sensación de dolor cuando tienes a alguien a tu lado que te ayuda a salir de ese agujero. Personalmente, creo que es una pieza que pone los pelos de punta, y ya no solo por las maravillosas voces, sino también por lo que transmite: «Casually and confident looking’ at the mess I am. But still you want me [...] I always let you down, you’re shattered on the ground. But I still I find you there next to me» — «Casualmente y confiada mirando el desastre que soy, pero aún así me quieres [...] Siempre te he decepcionado. Estás destrozada en el suelo, pero aún te encuentro junto a mí».



Si se trata de desamor, 5 Senti 2 de Cupido consigue transmitir el dolor que se siente cuando el amor desaparece ya que, cuando la persona a la que amas se va, los cinco sentidos pierden el sentido. Y perdóname la redundancia, pero es que no hay otra forma de explicarlo: «No poder verte me hace sentir como un ciego [...] No quiero olfato si no eres tú lo que huelo. Tampoco tacto si no es pa’ tocar tu pelo».



Y volviendo al desamor, Visions of Gideon de Sufjan Stevens te traslada al final del amor: «I have loved you for the last time [...] I have touched you for the last time» — «Te he querido por última vez [...] Te he tocado por última vez». Pero como no quiero hacer spoiler de Call Me By Your Name, ya que esta canción pertenece a su banda sonora, solo puedo recomendar que veas la película para comprender lo que quiere transmitir esta pieza sobre el fin del amor.



Por último, en Moral of the Story Ashe nos cuenta la «moraleja de la historia», como bien dice el título. Nos transporta a una relación pasada que no fue bien. Sin embargo, la letra cuenta que fue capaz de superarla a pesar del mal que pasó, porque muchas veces simplemente es la persona incorrecta y hay dejar que se vaya, a pesar de que hayáis compartido momentos buenos.



También hay otras formas de conectar con la música más allá del tema que tratan. Hay canciones que pueden cambiarte por el significado que transmiten. De este modo, te presento cuatro de las canciones que me cambiaron, o que simplemente tocaron algo dentro de mí.


It’s Time de Imagine Dragons me enseñó a darme cuenta de que hay que hacer frente a los puntos bajos de la vida, que no debes venirte abajo ni «cambiar quien eres» — «Never changing who I am». Al fin y al cabo hasta el propio título lo dice: «Es la hora».



Imagine Dragons ha sido un grupo que ha dejado huella en mi vida, y es por eso que la segunda canción que me ha cambiado es Demons, ya que trata sobre apartar a las personas que amas para protegerlas de tus «demonios», es decir, apartarlas del sufrimiento interno de la depresión y ansiedad que sufres. Pero más allá de la desgarradora letra, cuando presentaron la canción en vivo en el concierto al que acudí el 6 de abril de 2018 en Barcelona, Dan Reynolds recitó frases como: «Resiste, las cosas mejorarán [...] No estás fallando [...] Tu vida vale la pena, te necesitamos», y puede ser que para muchos sea una tontería, pero esto quizá, y solo quizá, pudo salvar la vida de alguien a quien le calaron esas palabras.



Y siguiendo en esta línea, Triste de Kase.O me enseñó que la música puede ayudar a expresar aquello que sientes en lo más profundo de tu ser, poner palabras a lo que te ocurre. En este caso Kase.O escribía sobre un huracán de tristeza que arrasa a una persona deprimida, vacía, que ha perdido el placer por aquello que le gustaba, que se siente inútil y culpable. Y todas estas palabras tienen como punto de fuga los pensamientos de muerte recurrentes a pesar del temor a morir.



Por último, una canción sobre la que escribí hace poco: Fine Line de Harry Styles. Esta canción hace referencia a esa «fina línea» que separa las cosas buenas de las malas, una línea que a veces cruzamos sin darnos cuenta, pero que condiciona mucho nuestro estado de ánimo.



Y, para cerrar este triángulo de la música, no pueden faltar aquellas canciones que evocan recuerdos, tal vez la parte más personal de este artículo, ya que cada uno tiene sus propias vivencias. Sin embargo, me gustaría compartir contigo esos momentos que han sido tan especiales para mí.


¿Qué mejor canción para empezar que aquella que te hace rememorar los días dorados? Golden Days de Panic! At The Disco habla precisamente de ese momento de verano que se queda grabado en tu mente y nunca desvanece. ¿Y tú? ¿Has tenido este verano tan especial? He de confesarte que mi verano dorado fue en 2015, y entiendo que las personas más mayores puedan pensar: «Eres muy joven, 2015 fue hace nada», pero sí, sé que fue hace nada. Sin embargo, nadie me quita las ganas de decir que fue una época importante para mí, aunque hayan pasado tan solo 6 años, ¿Acaso en 6 años las cosas no pueden cambiar?



Por otra parte, retomando el concierto de Imagine Dragons de 2018, me gustaría trasladarte a un recuerdo muy especial para mí. Estaba muy emocionada, tanto que no puedes imaginar cuánto. Además, había ido al concierto con los que eran mis mejores amigos por aquel entonces, íbamos a compartir una gran experiencia. Tenía 16 años y era mi primer viaje sola, me había costado sudor y lágrimas convencer a mis padres para que me dejaran ir. Llegamos al Palau Sant Jordi e hicimos horas de cola. Cada vez estaba más nerviosa e ilusionada. Una vez dentro no me lo podía creer, ante mí estaba el escenario en el que vería a Dan Reynolds que, como he mencionado, ha marcado mi vida. Y quizá, de nuevo, muchos pueden pensar que es una tontería, pero para la Eva de 16 años aquello era muy especial. Recuerdo que me temblaban las manos cuando comenzó el vídeo de presentación del show. De pronto la melodía inicial de I Don’t Know Why retumbó en el estadio. Piel de gallina. Estaba ante mí Imagine Dragons. Me puse a llorar por algún motivo, supongo que la emoción de los meses acumulada. Sin duda, cada vez que escucho esa canción se me eriza la piel, me transporta justo al comienzo de aquel momento y, si cierro los ojos, aún puedo sentirlo como lo sentí aquel día.



Quizá esta última canción sea la más aleatoria de esta lista: A quién le importa de Alaska y Dinarama, una pieza que me lleva a un recuerdo no muy lejano como es el Low Festival del verano de 2019, un momento que también se me ha grabado a fuego por un motivo: la persona con la que lo viví. Y es que mi mejor amiga fue con quien bailé esta canción. Una mejor amiga que, a pesar de la distancia, ha conseguido estar a mi lado más que nadie. Por lo que escuchar esta canción solo puede hacer que se me salten las lágrimas mientras recuerdo aquella noche en la que dábamos vueltas cogidas de la mano con nuestra corona de flores en la cabeza mientras gritábamos «a quién le importa lo que yo haga».



La finalidad de este artículo es, además de compartir una parte de mí contigo, lograr transmitir esos sentimientos que la música causa en mí. Agradezco mucho que hayas llegado hasta aquí, querido lector, o querida lectora. Los comentarios están abiertos para que puedas compartir conmigo aquellas canciones que te hagan sentir ese algo especial. Espero que nos volvamos a encontrar pronto.


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