La transfobia normalizada

Eva Martín, 16/11

Imagen de Ricardo Useche (@ricardojusechec) a partir

de mensajes de Tweets reales.

En primer lugar, antes de comenzar con las diferentes razones por las cuales la transfobia y las actitudes tránsfobas están normalizadas en la sociedad, me gustaría aclarar que esta opinión la doy desde el punto de vista de una persona cis con los conocimientos sobre el tema que he ido adquiriendo a lo largo de los años. Esta información la he contrastado con testimonios de personas trans con las que he contactado para que así se comprendan mejor los argumentos, ya que ellos y ellas lo han vivido de primera mano. Además, los comentarios están abiertos a cualquier persona trans que vea que he cometido algún error porque soy consciente de que puedo equivocarme y quiero intentar mejorar. Por otra parte, tan solo voy a explicar este tema, no voy a profundizar sobre otras cosas como orientaciones sexuales y diferentes géneros, ya que sino sería difícil de comprender para algunos lectores.

Una vez aclarado este primer punto, creo que la diferencia entre género y sexo es algo que no todo el mundo conoce, y es importante para comprender la cuestión que vamos a tratar.

El género se asocia con el conjunto de características que cada sociedad relaciona a los hombres y mujeres, se refiere a los roles socialmente construidos, se trata entonces de una construcción social.

El sexo se refiere al conjunto de características físicas y biológicas definidas genéticamente que determinan si un ser vivo es macho, hembra o intersexual.

Entonces ser hombre o mujer no viene determinado por el sexo biológico, sino por unos roles sociales que, te guste o no, nos han inculcado a todos.

De modo que, ahora que conocemos esta diferencia, ¿Por qué es tránsfobo rechazar a alguien trans por sus genitales? En primer lugar, porque la sociedad es tránsfoba de por sí y, desde que somos pequeños, nos enseñan que las mujeres son las que tienen vagina, y los hombres son los que tienen pene, además, todas las personas trans a las que he entrevistado concuerdan en que hoy en día hay actitudes tránsfobas en la sociedad, la mayoría de las veces por los prejuicios impuestos. Estos prejuicios son algo que nos enseñan en colegios, medios de comunicación o en casa. ¿Cuántas veces hemos visto que en los medios se trata a las personas trans, sobre todo mujeres, como personas sin derechos humanos? ¿Cuántas veces se les representa como algo cómico o morboso? ¿En el colegio alguna vez te han explicado que también existen personas trans? ¿Y en casa? De este modo podemos ver que es cierto que la transfobia es algo normalizado en la sociedad, a no ser que decidas deconstruirte por ti mismo de estos prejuicios que te han impuesto desde que eras pequeño. Una de las chicas trans a las que he entrevistado me dijo lo siguiente: “¿Voy a tener problemas si voy con un vestido por la calle? ¿Y si uso los cambiadores de mujeres en una tienda de ropa ¿Y los baños? ¿Mejor no hablo para que no piensen que mi voz es demasiado grave?” Y esto lo que hace es crear esos prejuicios negativos que he mencionado y reforzar los miedos que tienen.

Al hilo con esto, también existe ese aclamado argumento de: “es que son gustos personales” y, como he dicho, estos “gustos personales” corresponden con lo que la sociedad tránsfoba te ha enseñado desde pequeño, es decir, te van a gustar aquellas personas que entren dentro de esos cánones que te han impuesto, ya que esta idea se ancla a que los penes corresponden a los hombres y las vaginas a las mujeres. Por otra parte, dar por hecho que una mujer trans lo único que va a querer es penetrarte para su satisfacción sexual también es un pensamiento tránsfobo, porque esta es una de entre muchas posibilidades en el acto sexual. Y entonces, ¿por qué das por hecho esto? Porque sigues viendo a esta mujer como un hombre solo por sus genitales, es decir, tienes ese prejuicio que implica rechazo sexual, y las orientaciones sexuales se dirigen a personas, no a genitales. Una de las chicas trans con la que dialogué compartió conmigo la idea de que el hecho de que te gusten solo las mujeres con vagina lo convierte en una especie de “fetiche”, ya que no te gustan las mujeres en sí, sino que te gustan las mujeres con estos determinados genitales. Otra de las chicas trans me dijo que el argumento de “gustos personales” no es el problema, sino utilizarlo para la discriminación, ya que “es perfectamente válido que haya cosas que no quieras hacer”, pero no debes negar que es un argumento con transfobia interiorizada.

A partir de una encuesta realizada en el Instagram de la revista, hemos podido ver que la mayoría de hombres, a pesar de ser heterosexuales, no tendrían una relación con una mujer trans, sin embargo, la mayoría de mujeres sí. Estas respuestas reflejan la llamada “masculinidad frágil” que han inculcado a los hombres haciéndoles ver que si te gustan los penes eres homosexual, algo que sólo hace que la transfobia y la homofobia interiorizada de esta persona crezca. Valeria Muñoz, una de las chicas trans entrevistadas, afirma que para las mujeres trans es más fácil tener relaciones sexuales, sin embargo, el problema comienza cuando intentas tener una relación estable, ya que esos hombres tienen miedo al cómo puede reaccionar su entorno y al qué dirán. Y, en relación con la “masculinidad frágil”, uno de los chicos entrevistados también apuntó que está relacionada también con el hecho de que otros hombres no ven a los chicos trans como hombres verdaderos, ya que algunos no siguen esos “roles masculinos” impuestos por la sociedad, y como bien dijo una de las chicas "¿Por qué un hombre heterosexual no puede llevar falda, shorts o maquillarse? ¿Porque un hombre vaya "normal", según la sociedad, no puede ser gay? Nada es para un chico ni para una chica".

Además de esto, muchas personas utilizan el argumento: “llamarme tránsfobo es como llamarme homófobo por ser un hombre hetero y rechazar a un gay”, algo totalmente incorrecto teniendo en cuenta que estás viendo a esa mujer trans como un hombre solo por tener pene. También existe el caso contrario en el que se rechace a una persona trans emocionalmente pero no sexualmente, y esto también es transfobia simplemente por el hecho de que estás hipersexualizando y cosificando a una persona trans, es decir, se les percibe tan sólo como meros cuerpos y, citando a una de las chicas entrevistadas, “muchas veces se aprovechan de la necesidad de validación que tenemos”.

Otro error que suelen cometer las personas, es referirse a las personas trans como transexuales, ya que es una palabra que naturaliza la idea de que ser trans es tener disforia, es decir, sentir que han nacido en el cuerpo equivocado. Validar el uso de este término separa a “dos tipos” de personas trans: las que tienen disforia, y las que no. La transición médica no es una forma de ser trans, sino una consecuencia de ello, por ende, creer en que existen estos “dos tipos” de trans hace que creamos que la transición médica es ser “trans de verdad” mientras que, si decides no hacer esta transición médica, eres “falso trans” o “trans de mentira”. Por tanto, si decides operarte, no quiere decir que seas más válido que otras personas trans.

Por último, muchas personas también recurren al siguiente argumento: “si a un hombre hetero le gustan las mujeres rubias con ojos azules, no le pueden atraer las morenas de ojos marrones ¿está discriminando a las morenas?”, comparar a mujeres rubias y morenas, que son aspectos despolitizados, con otros de gran carga política como es la transgeneridad, hace que estas opresiones sean banalizadas. Pero, sin embargo, es cierto que en la sociedad sí se comprende que rechazar a alguien por su raza, es racismo o, rechazarlo por ser discapacitado, es capacitismo.

En este punto puede que te preguntes si eres tránsfobo, y eso es algo que no puedo aclarar yo, ya que tienes que pensarlo tú mismo y deconstruirte, en el caso de que lo entiendas y quieras hacerlo, porque al final cada uno tiene su propio pensamiento. Pero en el caso de que lo seas, nadie te pide que lo admitas abiertamente, sino que no intentes poner excusas a la transfobia.

Aclaración: La opinión presentada sólo es mía (Eva Martín), no es una opinión común de las componentes de Veu Vermella.