Marina Pérez, 11/02/21
La idea de explorar más allá de la estratosfera es un hecho que hasta hace menos de un siglo lo veíamos casi imposible. Muchos conoceréis a Neil Armstrong, el primer ser humano que pisó la Luna en 1969, pero lo que quizás no se sepa, es que seis años atrás, Rusia ya envió a una mujer al espacio. Se trata de Valentina Tereshkova, y su llegada fue portada en medios españoles y extranjeros. Pasados 57 años, este hito sigue siendo acto de conmemoración para la historia de la ciencia y las mujeres.
La Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió el 22 de diciembre de 2015 para acordar una fecha en la que rememorar este día, y decidieron que cada 11 de febrero fuera el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, para reconocer la trayectoria de todas esas mujeres que contribuyeron al avance de la ciencia y tecnología, y que desgraciadamente, quedaron a la sombra de la sociedad.
Asimismo, el papel de la mujer en la ciencia ha sido fundamental para los descubrimientos más importantes en la historia, tales como en el campo de la medicina, física o tecnología. Entre las figuras femeninas más importantes encontramos nombres como Marie Curie, Ada Lovelace, pionera en sistemas informáticos y programación; Margarita de Salas, científica española que realizó avances sobre el ADN humano; Vera Rubín o Flora de Pablo, quien sigue luchando por los derechos de la mujer en la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas. Cabe decir que, pese a que muchas de ellas dedicaron su vida y vocación por la ciencia, el trabajo se le acreditó al hombre.
El problema no es nuevo, ya que la brecha de género en el campo científico también lleva nombre de mujer. Según datos de la UNESCO, estiman que de cada diez investigadores, tres son mujeres y además, cobran menos. Es por eso que nacen movimientos como la campaña “No More Matildas”, para denunciar tal invisibilidad que sufren las científicas.
El lema para 2021 está marcado por la pandemia que desde hace un año lleva abrumando a la ciudadanía: “ las científicas, líderes en la ducha contra el COVID-19”. Pretenden visibilizar el papel crucial que han tenido a la hora de afrontar la situación y sacar en menos de un año la vacuna. Una vez más, comprobamos que la maternidad o los cuidados del hogar han supuesto un freno para las investigadoras. El documento Género y ciencia frente al coronavirus, elaborado por la Unidad de Mujeres y Ciencia del Gabinete del Ministro de Ciencia e Innovación, ha señalado que el tiempo dedicado a actividades domésticas y los cuidados triplicaba el de los hombres.
Según afirma la investigadora Carmen Fenoll, la consecuencia de la carencia de referentes científicas es que a día de hoy se sigue pensando que la ciencia es “cosa de hombres”. En 2019 sólo el 28,5% de las matriculaciones eran de mujeres. Es por eso que, con la iniciativa del 11F, tratan de ”que vean que ellas también pueden cursarlas, que no son menos inteligentes que sus compañeros de clase y, por supuesto, que no se trata de profesiones exclusivas para hombres”.
En suma, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, pretende lograr el acceso y la participación equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y sobre todo, paliar las desigualdades que desde hace años cargan en su propio trabajo.
Bibliografía:
Naciones Unidas (s/f): Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Recuperado de: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia | Naciones Unidas
UNESCO ( s/f): Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Recuperado de
Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia (s/f). En diamundialde. Recuperado de Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia (diainternacionalde.com)
Oliver, D. (11 de febrero de 2021). “No se trata de forzar a las niñas a estudiar una carrera científica, sino de que sepan que pueden cursarla”. Recuperado de
Lara, O. (11 de febrero de 2021). ¿Por qué el 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia?. Recuperado de
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