Laura Ferri. 18/02/21
Malcolm and Marie, rodada durante el confinamiento en 14 días con un equipo de 22 personas, es una de esas películas monologuistas en la que los personajes no paran de lanzar discursos, no hay una finalidad conversativa, sino monologuista.
El director y guionista de este filme es el mismo que hizo la masterpiece Euphoria, Sam Levinson. El encargado de la maravillosa fotografía en blanco y negro desde rollo 35 milímetros Kodak, es Marcell Rév que también es el cinematógrafo de Euphoria. En cuanto a la productora nos encontramos con Little Lamb, The Reasonable Bunch y Netflix, encargada de la distribución de la cinta.
Protagonizada por John David Washington, actor de la reciente producción de Christopher Nolan Tenet, y por la ganadora del Emmy a mejor actriz principal de una serie de drama, Zendaya. Ambos llevan todo el hilo conductor de la película. A ellos dos son a los únicos que podemos ver durante el tiempo que dura la película.
Malcolm and Marie trata sobre cómo la relación de un director de cine (Malcolm) con su esposa (Marie) es puesta a prueba cuando ambos regresan a casa después del estreno de la nueva película de él y esperan a las reacciones de los críticos.
Durante toda la película podemos ver escenas de tensión entre ambos que cuando parece que ya no van a haber más y ya está todo arreglado, cae otra y otra y otra. La música, el encuadre y los movimientos de cámara juegan continuamente con la tensión entre ambos además de crear momentos cómicos cuando puede parecer todo lo contrario. La presencia del simbolismo es notable en muchos momentos de la cinta, al igual que Sam Levinson utiliza en varios instantes de la película el spam de su serie, como cuando se trata el tema de las drogas. En esos puntos es notable el guiño al personaje de Rue Bennett (Zendaya).
Si nos fijamos en el vestuario de Marie (Zendaya), tiene un cambio en tres momentos del filme. Estas alteraciones tienen un porqué y es que cada uno de esos tiene una marcada relación con el transcurso de los acontecimientos y con el personaje en cuestión. En las primeras escenas podemos ver a Marie llevar un vestido muy elegante metálico puesto que viene de un estreno de cine. Además, podemos darnos cuenta de que en los primeros minutos ella sale mal parada de la discusión.
Tras esto, viene el primer cambio de vestuario al tomarse las cosas con más calma y más relajada por lo que se pone una camiseta de tirantes blanca y poco a poco, cuando la situación se va calmando y empieza a haber un momento íntimo en pareja, se pone un kimono con el que tiene lugar una de las mejores escenas de la cinta.
Cabe remarcar la excelente actuación que hacen ambos actores. El sentimiento de ira reflejado en muchas de las discusiones hace que sea muy verídico para el espectador la serie de discusiones. Ambos son unos grandes actores pero, el instante clave de la película se lo lleva Zendaya y es que, con tan solo 24 años, se ha convertido en una de las mejores actrices de los últimos años.
Otra de las cosas a remarcar es que se ha tachado a Malcolm and Marie de teatro por lo que he dicho anteriormente, es decir, los monólogos, pero lo cierto es que gracias al ingenio que el director utilizó a la hora de la puesta en escena rompe totalmente con lo establecido en el cine. Consigue que las limitaciones que tuvieron a la hora de realizar la pieza, se queden en un hecho tras las cámaras y no traspase a las pantallas de los espectadores.
Finalmente, agradecer a la vida que cruzara los caminos de Zendaya y Sam Levinson porque estamos viendo cómo ambos se complementan y crean unas masterpieces como lo son Malcolm and Marie y Euphoria. Una de las cosas que pienso cuando veo una producción de este director es que a la hora de escribir el guión se basa en su diario personal, puesto que todo lo que piensa y sus propias experiencias se ven en la pantalla. Malcolm and Marie es sublime en ciertos aspectos, en otros pocos, como en la utilización del blanco y negro, ya no tanto, pero si tuviera que recomendarla la recomendaría sin lugar a dudas.
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