Laura Ferri , 02/01/21
El cine que se conoce hoy en día ha sido posible gracias a que la tecnología ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Desde la invención de la cámara, el proyector, la incorporación del sonido, la animación, la digitalización, el sistema Dolby Stereo y la técnica Technicolor.
El sistema Technicolor es un proceso de cine en color desarrollado en 1916 y que con el paso de los años y décadas fue evolucionando. Se reconoce por la saturación de los colores. Además, su uso fue más común en musicales como Singing in the rain (1952), películas de época Gone with the Wind (1939) y animación Snow White and the Seven Dwarfs (1937).
Este sistema se creó como un sistema dual en el que los colores que se iban a destacar eran rojo y verde. Para este proceso se ponía un prisma detrás del objetivo de la cámara que exponía dos fotogramas en un solo negativo en blanco y negro. A continuación uno de los fotogramas se exponía bajo un filtro rojo y el otro en un filtro verde. Una vez hecho esto, se proyectaba la película y como ambos fotogramas se exponían al mismo tiempo en un proyector con dos salidas para el verde y el rojo, hacía que en la pantalla se viese en color.
El segundo proceso conocido como proceso “a dos tiras”, se creó en 1922 y consistía en que el primer proceso de aplicar el filtro rojo y verde a un negativo en blanco y negro, ahora se usaba para producir una película en color sustractivo, es decir, ahora el color iba incorporado en la copia del engativo y no se requería ningún tipo de equipamiento para poder proyectarlo. Asimismo, cada película se teñía químicamente para aplicarle un color complementario al de cada filtro. Así pues, en la película de filtro rojo se aplicaba color verde y en la película de filtro verde se aplicaba el color rojo para poder obtener un color más uniforme y proporcional.
Este segundo proceso tuvo mejor acogida comercial y se rodaron películas íntegras y secuencias en color como en Ben-Hur (1925). A pesar del gran éxito del proceso tenía muchos fallos técnicos como el calentamiento de los fotogramas y su hinchazón.
Tras el éxito del proceso dos, se desarrolló en 1928 el proceso tres de Technicolor para reemplazar la tinta utilizada en el anterior proceso por otro tipo. La cámara del proceso tres era idéntica a la del proceso dos salvo que en el laboratorio, los fotogramas de filtro rojo se imprimían en una “película matriz” para crear una filmación roja, y la del filtro verde se imprimía en otra tira de película parecida. Tras esto, se exponía a una luz ultravioleta para que se endureciera en las zonas necesarias. Luego, las zonas que no se habían expuesto a la luz se sumergían en baños de tinte de colores complementarios. Cuanto más dura estuviera la película más tinta absorbería. En la impresión final las matrices se ponían en contacto con una tira de película emulsionada (tira en blanco) y la tinta se transfería de las matrices a la nueva copia.
Cabe destacar que este proceso se desarrolló simultáneamente con el sistema de sonido.
Muchas de las películas rodadas con el proceso tres del Technicolor se tiraron puesto que se guardaban en los alamcenes de los estudios cinematográfico y se usaban para hacer copias en blanco y negro para emitirlas posteroirmente en la televisión. Por ello muchas de las películas que en su día eran en color hoy en día se conservan en blanco y negro.
Después de la Gran Depresión en Estados Unidos, llegó el proceso cuatro, el cual se conoce como Technicolor de tres tiras. Entre 1929 y 1930, la empresa Technicolor pensaba que en un futuro el cine sería íntegramente en color, por ello se desarrolló una cámara en tres colores. Gracias a esta nueva cámara Technicolor podía ofrecer un rango completo de colores. Esta nueva cámara exponía tres tiras de película en blanco y negro, la luz pasaba a ravés del objetivo y se dividía a través de un prisma en dos rayos de luz. Uno pasaba por un filtro verde que bloqueaba la luz azul y roja y formaba una tira sensible a la luz y el otro pasaba por un filtro magenta que bloqueaba la luz verde y se imprimían en un bipack. La película frontal era sensible a la luz azul y solo filmaba el lado azul. Su emulsión tenía una capa superficial de tinta naranja rojizo que evitaba que la luz azul llegara a la película pancromática justo debajo.
Los tres negativos resultantes se usaban para producir tres matrices de impresión, que a su vez se usaban para imprimir imágenes de tinta superpuestas en cyan, magenta y amarillo en una sola tira de película, creando una copia de proyección a todo color.
Las ventajas del proceso de Technicolor sobre los primeros procesos de color casi natural eran que se trataba de un método de síntesis sustractiva, en lugar de aditiva.
En los primeros tiempos del proceso, la película receptora se imprimía en un 50% con una imagen en blanco y negro derivada de la película verde, llamada filmación clave. En 1944, Technicolor había mejorado el proceso para resolver esas dificultades.
Una de las mayores desventajas del proceso de tres tiras de Technicolor era que requería cámaras especiales, enormes y muy pesadas. Los estudios de cine no podían comprar cámaras Technicolor, solo alquilarlas para sus producciones, junto con técnicos de cámara y un "supervisor de color" para asegurar que los decorados, el vestuario y el maquillaje no fueran más allá de las limitaciones del sistema.
Posteriormente, Technicolor introdujo Monopack, un sistema de color en una sola tira en 1941 para su uso en localizaciones donde no se pudiera utilizar las pesadas cámaras de tres tiras. Sin embargo, su mayor granulado impedía su uso para trabajo en estudio. A partir de 1950, empieza la carrera por mejorar el color en las producciones y es aquí cuando Eastman Kodak introdujo su primer negativo de película de cine en color de 35mm en 1950. Dos años más tarde, Kodak introdujo una película de color de alta calidad, permitiendo a los estudios producir copias a través de procesos fotográficos estándar sin tener que enviarlos a Technicolor para el caro proceso de embebido de tinta.
Para mediados de los sesenta, el proceso de transfererencia de tinta se consideró demasiado caro y lento en producir copias. La última película estadounidense estrenada antes de que Technicolor cerrara su planta de impresión fue El padrino II (1974).
En 1997, Technicolor reintrodujo el proceso de transferencia de tinta en la producción general de cine. Usaron el proceso en varias películas modernas de alto presupuesto de Hollywood como puede ser en Toy Story (1995)
BIBLIOGRAFÍA:
Muy ilustrativo👌